Carpe Diem

Hay veces que buscamos más de lo mismo. El cuento de amor bizarro, donde los amantes pasan por muchas pruebas para estar juntos. No nos damos cuenta que hay cosas simples que pueden enamorarnos de un pestañeo, sólo estamos buscando por lo imposible. El mujeriego, el duro, el infiel, el rebelde, alguien a quien podamos cambiar y enamorar. La cuestión es que las personas no cambian. Cuando son de una manera no cambian por amor sólo se amoldan, pero su actitud está ahí, expectante, combustible, esperando salir en cualquier momento o explotar. Con errores que voy cometiendo me voy dando cuenta de muchas cosas de la vida cotidiana que antes por ciega no veía. La verdad es que soy una chica más como cualquier otra que siempre busca la historia de amor de película, pero la realidad no es así. El amor es natural, se da y no se puede forzar. No podemos obligarnos a querer a alguien, por más que lo intentemos. Tengo muchos actos fallidos, no puedo querer forzosamente y estoy segura que nadie puede. Rompí corazones en el intento de personas que no lo merecían, que estaban dispuestos a dar mucho por mí, pero cuando no es correspondido no podemos obligarnos a sentir.  El daño no es intencional. Cuando alguien quiere hacer algo y lo intenta, puede llevar a la derrota o a equivocarnos, y esas cosas no se planean de antemano sino nunca intentaríamos nada. La cuestión es que hay que ser fuertes y mirar para adelante. No tengo el corazón de piedra, una vez amé con todo mi corazón y lo rompieron. Supongo que lleva tiempo volver a pasar por lo mismo de querer a una persona y dar muchas cosas por ella, sin esperar nada a cambio. Ese es el tema, tiempo. Somos impacientes, queremos todo ahora, y no nos damos cuenta que las cosas no se dan de ese modo. Hay que aprender a vivir sin esperar, porque esa persona llega sola, y cuando es la indicada... nos damos cuenta.




Pam