Cómo deshacerme la costumbre, los hábitos
Cómo desintoxicarme la intimidad,
desacostumbrarme de tu piel
Y olvidarme de tu aroma
Cómo desmemorizar mis sentidos de tu recuerdo
Ojalá el corazón tuviera amnesia...
Pam.💔
Cómo deshacerme la costumbre, los hábitos
Cómo desintoxicarme la intimidad,
desacostumbrarme de tu piel
Y olvidarme de tu aroma
Cómo desmemorizar mis sentidos de tu recuerdo
Ojalá el corazón tuviera amnesia...
Pam.💔
- No lo sé. Creo que es lo que tengo que averiguar.
- Si seguimos juntos, tendré que perdonarte una y otra vez, y si sigues en esto, también tendrás que perdonarme una y otra vez - digo - Así que el perdón no es el punto. Lo que realmente debería intentar descubrir es si todavía somos buenos el uno para el otro o no.
Cuando lo miro, veo al chico que sostuvo mi mano en el hospital cuando nuestra madre se rompió la muñeca y me dijo que todo estaría bien. Veo al hermano que me dijo que tomara mis propias decisiones, la noche antes de la Ceremonia de Elección. Pienso en todas las cosas notables que es: inteligente, entusiasta y observador, tranquilo, sincero y amable.
En ese momento él me recuerda a nuestro padre. Sus ojos cansados y tristes. Hay una sombra de barba en su barbilla. Sus manos tiemblan mientras se quita la mochila del frente de su cuerpo y me la ofrece.
La tomo y la paso sobre mi hombro. Mantengo mi arma apuntándole y me muevo, de forma que él está bloqueando mi vista de los soldados al final del pasillo.
Es entonces cuando me doy cuenta: Por supuesto que Tris entraría al Laboratorio de Armas en lugar de Caleb.
- Los cigarrillos no te matan si no los enciendes. - me dijo mientras mi madre se acercaba a la orilla. - Y nunca he encendido ninguno. Mira, es una metáfora: te colocas el arma asesina entre los dientes, pero no le concedes el poder de matarte.
- Una metáfora - me repitió..gif)
Me separé de Augustus, que me dio un beso en la frente mientras yo miraba fijamente mis converse. Entonces empezaron a aplaudir. Toda aquella gente, aquellos adultos, empezó a aplaudir, y alguien gritó "¡Bravo!" con acento europeo. Augustus se inclinó hacia adelante con una sonrisa. Yo, riéndome, hice una ligera reverencia justo cuando volvía a estallar un aplauso.
Me gustaba Augustus Waters. Me gustaba mucho, mucho, mucho. Me gustaba que hubiera terminado su historia nombrando a otra persona. Me gustaba su voz. Me gustaba que hubiera lanzado tiros libres existencialistas. Me gustaba que fuera profesor titular en el Departamento de Sonrisas Ligeramente Torcidas y que compaginara ese puesto con el profesor del Departamento de Voces Que Hacen Que Mi Pïel Se Sienta Piel. Y me gustaba que tenga dos nombres. Siempre me han gustado las personas con dos nombres, porque tienes que decidir cómo las llamas. ¿Augustus o Gus? Yo siempre había sido Hazel y sólo Hazel.
Yo lloraba. Pero aún en aquellos momentos Augustus era fuerte. Me abrazaba con tanta fuerza que veía los potentes músculos de sus brazos alrededor de mi cuerpo.
-Lo siento - le dije - lo siento de veras.
Abrí la puerta. Augustus llevaba un traje negro de solapas estrechas, perfectamente a la medida, con una camisa azul claro y una corbata fina de color negro. De un extremo de su boca seria colgaba un cigarrillo.
Augustus tomó su copa y la alzó. Yo tomé la mía, aunque nunca había bebido más que algún sorbo de la cerveza de mi padre.
El camarero desapareció. Observamos el confeti descendiendo del cielo, saltando por el suelo empujado por la brisa y cayendo al canal.