El amor es siempre paciente y amable.
Nunca es celoso.
El amor nunca es jactancioso o presumido.
Nunca es descortés o egoísta.
No es ofensivo y no es resentido.
El amor no toma placer de los pecados de las otras personas,
pero se deleita en la verdad.
Está siempre listo para perdonar, para confiar, para creer,
para esperar, y para soportar lo que tenga que venir.
El amor nunca es jactancioso o presumido.
Nunca es descortés o egoísta.
No es ofensivo y no es resentido.
El amor no toma placer de los pecados de las otras personas,
pero se deleita en la verdad.
Está siempre listo para perdonar, para confiar, para creer,
para esperar, y para soportar lo que tenga que venir.
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