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Quizás entiendo la situación o tal vez intento..

La verdad es que a veces quisiera decirle a mi corazón que dejara de hablar

O me gustaría dejar de escucharlo, pero es más fuerte que yo.

Es más fuerte que todas mis fuerzas físicas y mentales juntas.

Y no deja de hablarme, no deja de decirme lo mucho que te extraña.

No para de decir cuánto le haces falta,

Cuánto extraña tu sentir, tu piel, tu calor.

Quizás no eres tú lo que extraña, quizás extraña sentirse vivo.

Sentirse útil, comprendido, escuchado.

Por eso no para de gritar.

Está rebelde, más en estos tiempos de confusión.

Necesita otro corazón que lo merezca,

Pero no estás... y no vas a estar.

Por eso es que no tengo el remedio para satisfacerlo.

No, no lo tengo... y quisiera tenerlo, pero no sé cómo.

Pam ~