
"Las cosas pierden identidad cuando él las toca,
cuando él las visita, cuando él existe cerca.
Mi subjetividad y mi imaginación habían hecho un pacto diabólico para volverme completamente loca.
Necesitaba verlo nuevamente, como una droga: por el momento estaba satisfecha,
no quería pedir más, no quería tener una sobredosis (ni pecar de gula, en todo caso). Eso es Él: una droga."
No hay comentarios:
Publicar un comentario