No hay forma de saber cuándo encontramos a la persona indicada para nosotros.
Pero podemos saber con quién nos sentimos cómodos.
Con quien queremos compartir nuestras vidas y lo que nos pasa.
Simplemente basta con fijarnos en cómo nos hace sentir esa persona.
Qué sentimos cuando estamos con ellos y si nos hace bien.
No importa si es o no la indicada, siempre lo va a ser si aprendemos a aceptarla como es.
Lo esencial es convertirla en la indicada.
Pam.
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