¿Te acordas cuando eras chiquito, y no existían los problemas? ¿Recordas que todo era multicolor y no pensabas en otra cosa más qe en jugar y aprender cosas nuevas? Era tan fascinante estar alejado de todo lo malo y sentirte a salvo en cualquier lugar. No tenias que preocuparte por nada, porque siempre había alguien para cuidarte. Tu imaginación podía con todo, y los adultos eran tus ideales, tus ejemplos de vida, lo que querías llegar a ser cuando seas grande. ¿Te acordas cuando jugabas desde que amanecía hasta qe terminaba el día? Cuando inventabas cosas, imaginabas que eras adulto, y hasta los imitabas. Lo que más deseabas en el mundo era crecer, ser como ellos. Te gustaba ver como vivían la vida, tan independientemente. ¿Te acordas que ya tenias pensado los hijos que ibas a tener, de que ibas a trabajar y hasta te imaginabas la casa de tus sueños y vos viviendo en ella? Vivías la vida espontáneamente y lo único que importaba eran tus amigos. Los problemas no eran de tu incumbencia, vos no tenias que preocuparte, total se resolvían solos. Vivías en una burbuja, tenías tu propio mundo de colores, lleno de mascotas, dulces y dibujos animados. Pero creciste. Te fuiste dando cuenta de que el mundo no pintaba como vos lo veías. El mundo no estaba lleno de colores y conociste a los problemas. Te fuiste dando cuenta que tus viejos no eran tus ideales y empezaste a encontrarle defectos. Te igualaste a ellos y ahora los ves como personas, no como héroes. Fuiste descubriendo cosas que de chico estaban ocultas porque nadie quería lastimarte. Te fuiste dando cuenta de las cosas, y te enteraste de otras no tan buenas. Gracias a tus amigos te sentís a salvo, porque son los únicos que te entienden, y están con vos siempre, pase lo que pase. Son los que te escuchan sin retarte, interpretan lo que queres decir, son los únicos que te conocen asi como sos. No tenes más ganas de seguir creciendo, no queres seguir conociendo el mundo. Tenes ganas de volver el tiempo atrás y descansar de los problemas. Queres esconderte con tus ositos de peluche debajo de tus frazadas y no salir nunca más. No queres salir lastimado, queres ser libre, correr hasta el cansancio, viajar sin destino, vivir. Te sentís débil, enojado con vos mismo porque ya no podes seguir. Tenes miedo. No encontras soluciones, queres desaparecer, dejar de existir por un rato. Es increíble como te afectan las cosas que hacen los demás, especialmente los adultos. Queres poner la mente en blanco y dejar de pensar por un segundo. Queres ser invisible, dejar de respirar. Queres estar bien, y no podes. Descubriste que la vida esta llena de sorpresas, y hay algunas que no son tan buenas. Te duele el alma, la cabeza, el pensamiento, te duele todo. Sentís mucho dolor… y lo que más te duele… es el corazón. Pam
